Consideran que el gasto corriente permanece elevado y advierten que la inversión es la más baja en los últimos 50 años
Sin mucho esfuerzo, así calificaron el presupuesto general del Estado del 2025 dos economistas locales que consideraron que el Gobierno recurrió a estrategias de años anteriores para planificar sus finanzas.
De acuerdo con la exsubdirectora de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), Germania Montás, este presupuesto posee la misma estructura de años anteriores; una presión tributaria estancada en 14 %, una presión fiscal de 15.3 % (menor que 2024) un balance deficitario de 3 % del producto interno bruto (PIB) y la necesidad bruta de financiamiento cercana al 5 % del PIB.
«Entiendo que la idea del Gobierno era presentar un proyecto para 2025 con un mínimo esfuerzo y hacer los ajustes a partir de que contara con los ingresos atribuibles a la fracasada reforma fiscal. Pero como no dispone de ingresos adicionales, mantiene un presupuesto para 2025 con la misma estructura de otros años».
La economista consideró que algunos puntos sobre la toma de la decisiones: «estiman que los ingresos crecerán al ritmo de la economía (8.9 %), mientras que los gastos totales programados aumentan en 1.8 %; pero lamentablemente seguimos con la tendencia de reducir los gastos de capital, que esta vez caen 13 % respecto al 2024, mientras los gastos corrientes crecen solo 2 %. De esta forma, la inversión pública seguirá en sus niveles más bajos desde hace más de 50 años», señaló.
Preocupa la deuda
Un elemento preocupante es que los gastos en intereses por deuda pública, que suman unos 300,000 millones de pesos y los asignados al Ministerio de Educación (4 % del PIB) equivalen a la mitad de los ingresos fiscales estimados.
«No se vislumbran cambios importantes que puedan marcar diferencias entre ambos presupuestos (2024-2025) y claramente hay algunas partidas que de una forma u otra se mantienen inalteradas, como es el pago de los intereses de la deuda pública, que para el 2025 ya eso rondará alrededor del 3.6 % del PIB», añadió a Diario Libre el decano de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Antonio Ciriaco.
En cuanto a la inversión pública, precisó que no se alcanzará un nivel acorde con lo que demanda la economía dominicana, que debería situarse entre el 4 % y el 5 % del PIB. Sin embargo, la estimación es de apenas un 2.6 % del PIB, lo que refleja la falta de novedades en este aspecto.
Un elemento que destaca Ciriaco es la adenda realizada al presupuesto, principalmente para satisfacer los requerimientos del Colegio Médico Dominicano. «Esto implicó un incremento en las asignaciones a sectores como salud y vivienda, compensado por disminuciones en otros renglones y la reprogramación de obras, lo que, a su vez, afectará la inversión pública. De manera que el presupuesto del 2025 no tendrá novedad, sin grandes incrementos en partidas clave», agregó.