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Abinader no ha sido invitado a la toma de posesión de Donald Trump: ¿Un distanciamiento diplomático?

El 20 de enero de 2025, Donald Trump asumirá nuevamente la presidencia de los Estados Unidos, y ha comenzado a extender invitaciones a varios presidentes y líderes internacionales para asistir a su ceremonia de investidura. Entre los invitados se encuentran figuras de renombre como el presidente de Argentina, Javier Milei, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. Sin embargo, en medio de esta lista destacada, el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, aún no ha recibido una invitación oficial por la nueva administración de Trump.

Esta situación se vuelve particularmente interesante cuando se consideran los movimientos recientes de Trump, como la nominación de una embajadora ex parte de la CIA, lo que podría sugerir un enfoque más estratégico y cauteloso en su relación con ciertos gobiernos como el del presidente Abinader.

La presencia de figuras cercanas a la inteligencia estadounidense y a la diplomacia de seguridad en su administración podría señalar que, aunque Trump mantendrá un ojo vigilante sobre las gestiones de Abinader, no parece estar interesado en tenerlo cerca en su círculo de alianzas.

El hecho de que países con una relación más tensa con Estados Unidos, como China y algunos gobiernos latinoamericanos, también hayan sido invitados a la investidura, subraya el enfoque de Trump de crear un diálogo abierto, incluso con adversarios o competidores. En este contexto, la ausencia de Abinader podría ser interpretada como una señal de que Trump prefiere mantener una distancia diplomática del presidente dominicano, quien ha buscado fortalecer relaciones con otras potencias en el continente.

Por otro lado, la elección de figuras como Meloni, Bukele y Milei resalta el deseo de Trump de establecer vínculos con líderes que comparten su visión política y económica, muchos de los cuales han sido aliados en momentos clave, como en la gestión de la pandemia. La falta de una invitación para Abinader podría indicar que Trump no ve a la República Dominicana como una prioridad en su nueva administración, o que, por alguna razón estratégica, considera más prudente mantener al gobierno dominicano a distancia.

Este panorama plantea preguntas sobre la relación futura entre ambos países. Aunque las políticas de Trump podrían estar orientadas a asegurar una supervisión más directa de los procesos internos de la República Dominicana, la falta de una invitación a la toma de posesión de 2025 deja claro que, por ahora, las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y la República Dominicana no parecen tener la misma prioridad que las de otros gobiernos en América Latina y Europa.

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